Te busque en el cosmos
Dulce lucero lejano,
En la inmensidad de lo imaginado
Lo pensado y lo amado...
En lo eterno que tiene la brisa
Cuando se escurre en árboles de verano
En mi cintura que te espera
Solitaria, desahuciada y desnuda
Que ha de llorar en su figura
La vida insulsa que hubo en tus brazos,
Noches iluminadas rotas...
Lagrimas que me ahogaron sin piedad.
¿Dónde se esconde tu recuerdo?
Mira amor, aun en las noches te sueño
Y al darte mis manos temblorosas, desapareces,
Como espejismo en el desierto...
¿En que parte de mi habitan tus besos?
En amaneceres bañan mi pelo,
Con su sabia de encanto,
Allí y aquí, donde estés de prisa
Despiertan mis instintos como fuego
Y me abandonas en el desconsuelo,
De poder tenerme siempre que lo deseo
Siendo prisionera eterna de éste sueño.