miércoles, 26 de mayo de 2010

Sueños Despierta


Nada es igual desde que el otoño comenzó...Algo en sus colores marrones y amarillos me atormenta...
Quizás sea el echo de que sus días ya no son tan largos o que el micro se siente mas frió y solitario de lo acostumbrado... Hay días en los que da igual y están estos, en los que todo pesa...
Y en el asiento detrás del anteúltimo sueño, tomé tu mano en mi mente hasta sentir la tibieza incomparable de tu cuerpo... No quise mirar a mi lado, pues ya sabes, mi sueño acabaría allí... Como siempre...
Te abrasé pasando por alto la vieja plaza adormecida, escuchando el susurro de promesas viejas y distantes sin cumplir... Que esperan allí a ser cumplidas, no saben que tú y yo, ya no ocuparemos un lugar en sus bancos blancos marcados de nombres y, encerrándonos en un corazón echo a prisa un tanto aniñado...
La nostalgia de mi corazón se reprocha en que nos equivocamos, aun mas, en que me equivoque yo misma, quisiese que me devuelvas todo lo que te llevaste... Que devuelvas mi razón de existir y mi fe... Que empaques mis sueños, por que son solo míos... Y en cierta forma los necesito para vivir...

Y prefiero por esta noche congelar el reloj que llevo en mi muñeca...

Y... ya casi a media hora de mi viaje a Concordia, cuidad bellísima por cierto pero más bellos son sus recuerdos, retomo contacto con lo que soñaba hace un tiempo cuando solo tenia 10 años, y en el cristal de la ventanilla se dibuja un prado muy familiar. La silueta de un árbol gigante se dibuja gracias al sol, mis hamacas eternamente en movimiento, mi vestido azul con volados en las mangas... Y mi inocencia.
Quizás una segunda oportunidad... ¿Arreglaría algo si me dieran tal ventaja?
Suelo pensar comúnmente... Si me diesen la oportunidad de tenerte otra vez a mi lado ¿Intentaría burlar al destino?
Y de pronto apareces tú, allí en el viejo prado pintado de verdes varios... Lo se por que tu sonrisa jamás se pareció a otra... Ninguna otra jamás se pareció a tu sonrisa. Y la locura toma de la mano al amor y nace en mi mirada... Para regalarte mi luz y mis suspiros...

Tú te acercas y yo....Yo muero. Me tomaste de la mano, y me sonreíste.
-¿Hermoso Noviembre, verdad? Creo que podríamos ir al lago por la tarde... ¿Si?

Estaba atónita. Mira a que extremo llego por divagar en mi pasado. Lento una lagrima se perdió entre mi risa enamorada y volví a reconocer tras el cristal, el descampado camino hacia Concordia. Y no pude contener mi desilusión, mi nostalgia...
Sostenía tu mano cuando “el sueño” comenzó... Me atrevo a mirar a mi costado y tú ya no estas, de igual forma no me sorprende, si afirmo que me duele...
[“¿Arreglaría algo con tal ventaja?” “¿Burlaría al destino?”]
En cuanto a mis preguntas...
Mi vida no seria la misma sin ti, pero tampoco seria la misma si tú estuvieses conmigo...
Contestado todo, concentro mi mirada en el cristal...
Quizás tu vuelvas por mi para ir al lago esta noche....

miércoles, 19 de mayo de 2010


Me miraste por primera vez, mientras la tarde se quemaba a nuestro alrededor.... Supiste ser mi encanto y, aun más allá del ruido de aquel viejo tren, concentre mis sentidos en ti.
Vigilaste atentamente las miradas de los demás, hasta chocar con la mía...
-Bajemos del tren, solo un momento...
Lo mire sorprendida de pronto, hacia tanto ya que sus ojos color otoño, no se encontraban en mi...
-¿Un momento?... Hace tanto que no cuento con uno. Solo si tomas la ruta mas larga, te acompaño.

Me tomo de la mano y me mostró el camino a un viejo lago...

No tardo la noche en demostrarnos que ella es dueña y señora de nuestras vidas, así que solo me deslicé por su rostro hasta rozar sus labios y mirarlo fijo a los ojos... Me sonroje y mire al cielo.

-¿No amas lo bella que es la luna? -Le dije, evadiendo lo echo anteriormente.

-Si. Es tan hermosa que aun no creo que exista tan cerca de mí, pero a la vez esta lejos... Y al fin la amo más...

Guardaron silencio y se amaron con sus miradas. Sabía que sus palabras eran para ella, y el sabia, que ella lo amaba de igual... A igual.... Y demostraron sus sonrisas alegres al firmamento... Luego recordé que los “momentos” no son una eternidad, y regrese a la tierra.
-¿Crees que lo momentos son para siempre?
-No lo se... Quizás si.- Me dijo.
-¿Crees que el amor lo es? Es decir, ¿Crees que el amor dura años?
-No.


Me desilusioné, yo creía que el amor vivía por años, y más aun su amor....
No dije palabra alguna, solo me quede mirando el cielo... El mostró su sonrisa chistosa y se dirigió a mí.
-El amor no es eterno, lo sabes.
-¿Entonces como dices que me amas desde que me viste?

-Tienes razón, los instantes son eternos...
Desconcertada por la afirmación, arrugué la frente y lo mire.
-Pero ¿Cómo puedas afirmar que un instante es eterno?

El me tomo del mentón y acariciándome el rostro con la yema de sus dedos me dijo con todo dulce...
-Se que los instantes son eternos, lo se... Por que mi vida se paro en el instante en que te vi. El amor no es eterno, pero si puede vivir un instante.... Y mis instantes junto a ti, son toda una vida.