lunes, 19 de julio de 2010

"La Carta Numero Mil"


Te echo de menos cuando por cinco segundos no ocupas mi mente y cuando esto sucede me pregunto "-¿Donde te has metido? Se hace tarde para soñar..."
Suelo asustarme cuando no siento tu presencia y como una loca me respondo "-Ya, que mas da, quizás mañana vuelva por aquí."
Tal como lo presiento, me ahogare en los llantos que alguna vez brotaron de mis ojos por ti y, no bastando con esto, volveré a preguntarme (Reprochándote) -Amor, dónde... ¿Donde estas?
Y otra vez sentiré esta fría certeza en mi pecho, que repite una y otra vez, que no escucharas mis ruegos por que el viento no esta a mi favor, jamás lo hizo, aunque solo por precaución cuando la noche comience a caer tapa bien tus oídos... No soportaría que escuchases como suena un llanto que quiebra hasta el silencio más mudo, más sutil... Mas sublime.
Y si se callase el ruido, podríamos en alguna roja tarde juntar nuestras ilusiones y componer una canción o quizás imaginar una rápida huida a Madrid corriendo los viejos poemas que aun nos falta vivir. Dulces como tus besos o amargos como tu Adiós, y que la suave brisa me impregne el aroma de tu piel en la mía, para sentirte cuando te canses de componer a mi lado o cuando los viajes te agoten... Y si esto pasa, se que recordare intacto como la cuidad se paralizaba (mas aun, nada mas existía) cuando sentía tu presencia cerca de mi.
Mas allá de todo esto, el caso es que Madrid seria el escenario perfecto para dedicarte una poesía y ver si sonríes o simplemente tomarte de las manos y decirte “Por favor no me dejes, quédate conmigo” ¿Me permites ser quien cuide de tus sueños o quien los cumpla? Quizás ser más de lo que pretendes que yo sea. Rescatista de ilusiones y modista de sensaciones o podría tirarme desde un quinto piso a tu corazón y hundirme hasta que me dejes ser parte de ti... Dedicarte algún verso de Neruda como por ejemplo “Es tan corto el amor y tan Largo el olvido”
Y cuando muestre mi reflejo el espejo, sabré que en el fondo mi canción no llegara a tocar tus anhelos, pasare a ser para ti con suerte un nombre en la lista azul de tu escritorio, tus poesías no serán dedicadas a mis sueños o a mi dulzura, tampoco a mi amor. Serán todos esos versos, de otro. Mientras yo me sentare en el banco de luna, en la vieja plaza, a vigilar los gestos de gente dolida por mis mismos motivos que busca encontrar alguna libertad en su almohada esta noche, o en el café de la mañana. Buscare en otros rostros tu boca y tu mirada, me desilusionaré cuando no te vea entre ellos, tomare el 23 y regresare a casa... Para seguir buscándote en la inmensidad que mi casa recobro desde que no encuentro tu ropa desparramada en el sillón o sobre la cama...
Y quedara todo en el olvido, como lo han hecho las mil cartas que guardo en mi mesa de luz, esas que escribía a media noche cuando era mas penetrante tu aroma en mi cama, así como quedara guardada esta misma carta hoy, por que todavía no encuentro el valor de decirte... “Sube al Barco, Esta es la Huida que te prometí”

3 comentarios:

  1. Fer... mi corazón se rompe de tristeza y desolación al ver el espejo que son tus letras, porque me miro y me sigo mirando en cada palabra que escribes como si tus llantos fueran míos y mi dolor fuese tuyo...
    Quisiera por un segundo que aquellos a quienes están dedicadas nuestras letras y cartas pudieran leerlas y volver aunque fuera tan sólo por un instante a completar nuestro mundo y nuestra mirada...

    Cuídate!

    ResponderEliminar
  2. Poema , añoranza. Cada cual acaricia recuerdos vivos en el corazón, nostalgiaas, que tal vez no se vuelvan a vivir: una canción-----unas caraicias ,---unos labios, aquel beso apasionado---
    lo que se escapó de las manos.
    Cartas que hemos guardado,
    letras en papel sentimientos que ocupan el alma.

    Así, así eres tú querida Fernanda
    (preciosoy nostálgico)

    ResponderEliminar
  3. Me conmovió tu carta nímero mil
    Es lo yo siento en estos momentos...pero aín tengo mis sueños y también mi canción.

    ResponderEliminar